(Por: AoveSour&Hot)
Hemos hablado en varias ocasiones de las diferentes categorías comerciales de los aceites de oliva, os dejamos un recordatorio aquí, y como ya sabéis los Aceites de Oliva Vírgenes son los únicos que se obtienen directamente de la aceituna por procesos físicos y mecánicos. Los demás, los que se llaman solo Aceite de Oliva, sin el apellido virgen, han sido sometidos a un proceso industrial antes de su comercialización.
Dentro de los Aceites de Oliva Vírgenes podemos encontrar el Virgen Extra (AOVE) y el Virgen (AOV) a secas, todos sabemos que el Virgen Extra es la mejor opción, pero ¿qué pasa con el Virgen?, es el gran desconocido.
Ambos aceites se obtienen de la misma forma pero no son exactamente iguales. El AOVE, Aceite de Oliva Virgen Extra es un aceite perfecto, sin defectos, en cambio el Aceite Virgen sí puede tener pequeñas imperfecciones, prácticamente imperceptibles para el consumidor habitual. La clasificación de estas dos categorías se realiza mediante análisis físico-químicos y organolépticos.
El AOVE se está poniendo de moda, especialmente los AOVEs tempranos, pero no podemos cometer el error de olvidarnos de la categoría Aceite de Oliva Virgen, que es muy interesante, no solo por su carácter nutricional muy similar al del Virgen Extra, sino también por la versatilidad de su uso y su estupendo precio.
¿Cómo le sacamos el máximo provecho al Aceite de Oliva Vírgen?
En muchas ocasiones os hemos aconsejar tener varios aceites en casa para poder aprovechar al máximo las posibilidades que nos ofrecen los distintos Aceites de Oliva. Siempre os recomendamos usar un buen AOVE temprano, si es posible, para consumir en crudo, por su sabor y su aroma. Muchos consumidores tienen repaso en usarlo para cocinar, no les culpo, ya que tiene un precio más elevado y con el calor se pierden la mayor parte de compuestos saludables volátiles.
Por este motivo el Aceite de Oliva Virgen es la categoría perfecta para cocinar. Lo recomendamos siempre, incluso para la freidora. Es más económico que el Virgen Extra y comparten la mayor parte de propiedades. No os perdáis las 5 razones por las que hay que consumir Aceite de Oliva Virgen:
1# Compuestos fenólicos: el AOV junto con el AOVE son los únicos aceites que cuentan en su composición con una interesante variedad de compuestos antioxidantes. El resto de aceites vegetales refinados los pierden, como el de girasol, maíz, palma, coco… Los fenoles son los responsables de aportar ese sabor amargo tan característico de los aceites de oliva vírgenes y el toque picante.
2# Estabilidad oxidativa: gracias a su composición de ácidos grasos monoinsaturados y a la capacidad antioxidante que le confieren los compuestos insaponificables, le hacen un aceite ideal para cocinar. Resiste altas temperaturas y además se puede reutilizar, una gran ventaja que no tienen los aceites poliinsaturados como el de girasol o el de soja.
3# Escualeno: los aceites de oliva vírgenes son ricos en escualeno, un hidrocarburo muy apreciado en cosmética. Por lo que el AOV se puede utilizar como hidratante para nuestra piel. Aquí tienes más consejos de como usar el aceite como cosmético.
4# Precio: es la alternativa económica al Virgen Extra. Si por motivos económicos no compras AOVE, no tienes porqué renunciar a beneficiarte de sus propiedades saludables. El AOV, como ya hemos dicho, mantiene la mayor parte de los beneficios del AOVE y muchos de sus compuestos antioxidantes.
5# Cardiosaludable: al ser zumo de aceituna, al igual que el AOVE, tiene la misma cantidad de ácidos grasos monoinsaturados, donde el ácido oleico se encuentra en mayor proporción. Por lo que el AOV también ayuda a reducir el colesterol malo (LDL) y aumentar el bueno (HDL).
¿Sigues pensando que los Aceites de Oliva Vírgenes son caros?
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